Imagina que te subes
en la montaña rusa màs grande que jamás hayas visto en tu vida. Tienes miedo pero tomas el
riesgo y te subes en el primer carrito.
Cuando oyes el “click, click” del
carrito te das cuenta que ya no puedes regresar. Te tienes que quedar hasta que
el trayecto termine. Cuando el carrito està en lo màs alto posible se queda
parado por un momento y puedes ver la altura a la que estàs y todo lo que aùn
falta para llegar al final. Y luego piensas ¿ Por què me metì en esto?
Asì nos sentimos
cuando el avión empezó a moverse en Chicago y màs aùn cuando tomò vuelo rumbo a España. Estàbamos llenos
de dudas y nos preguntàbamos, ¿Seremos capaces de hacerlo? A la final sì, ya que cuando el avión tocò
tierra en Madrid todos nosotros empezamos a hablar español. Estàbamos
cansados porque pasamos todo el viaje hablando en el aviòn en vez de
dormir. Pero a pesar del cansancio todos
estábamos emocionados por llegar a
Valencia.
Cuando llegamos a
Madrid sabíamos que el reto había comenzado. Hablàbamos, hablábamos, hablábamos
español pero lentos como tortugas. ¡Què bueno que los españoles tienen
paciencia con nosotros! Nunca me voy a
olvidar de los sentimientos tan fuertes que tuve cuando vi el paisaje de España
por las ventanas del avión. Me dije :“Aquì estamos”. Despuès de meses de mucha
preparación, después de esperar
muchos meses para que el momento
llegara , después de todo : “Aquì
estamos….”.
Ya en el aeropuerto
recogimos nuestro equipaje y de ahì rumbo al bus que nos llevarìa a Valencia.
Pasamos muchas horas en el viaje pensando en nuestras familias que nos
recibirían. No sabíamos que esperar. El viaje fue largo y un poco incòmodo pero
aprovechamos para conocernos entre nosotros.
Despuès de unas cuantas horas pudimos finalmente conocer a nuestras
familias. ¡Què amables eran! Todas nos recibieron con mucho amor y estaban
contentas de que habíamos llegado bien.
Pero de igual forma estaban preocupadas si veníamos con hambre. No se
preocupen mamà y papà en los Estados Unidos que ellos nos cuidan y nos tratan
muy bien con mucho amor y cariño.
Todos en el
programa nos han dicho que este viaje va a ser espectacular. El viaje
probarà nuestras emociones, nuestras
personalidades y nuestras habilidades para adaptarnos a la nueva cultura. Como
en la montaña rusa, vamos a tener días en los que estaremos en lo màs bajo y
otros en los que estaremos en lo màs alto. Pero,! hay que tener ànimo! Vamos a lograr nuestros objetivos aunque no entendamos
todo lo que nos dicen. Venimos para aprender pero por ahorita lo màs importante
es saber còmo pedir helado porque como
el helado de España no hay otro. ¡A comer
se ha dicho!